Génesis
En el origen de los tiempos, el pueblo de los hesperiones vivía en el
remoto occidente del mundo. Las
brumas del tiempo les habían alejado de su suelo y su origen. Por eso, todo
hesperión digno debía emprender un viaje hacia el techo del mundo, encontrar
las estrellas y beber el agua iluminada por su luz…
Mirando más allá pero sin perder de vista
muchas historias con nombre propio, nació este proyecto Hespérides, un proyecto
fraguado en un viaje de trabajo y placer, como corresponde cuando hablamos de
lo nuevo, el futuro o el evangelio.
Desde la perspectiva de
Jesús, lo vimos claro. Espiritualidad es in-carnare,
recrearlo todo, a cada generación. Diseñar una visita guiada a Emaús, impulsar
un descubrimiento, un despertar, caer en la cuenta de algo evidente que todos
sabíamos. Y elegimos un nombre: Hespérides, las tres ninfas del ocaso, hijas de
la Noche que hace nacer el Día, anunciadoras de la novedad que engendra cada
crisis.
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